Nuestro cliente, como coheredero testamentario en la herencia de su difunta madre, se vio perjudicado por la acción anterior de su hermanastro quien, utilizando unos poderes amplios de disposición otorgados a su favor en su día por la causante, transmitió en vida de ésta a su favor (se auto-donó) la vivienda familiar amparándose para ello en la presunta validez de dicha escritura de poder intervenida notarialmente y en las facultades de auto contratación que se le atribuían. El cliente acude a nuestro Despacho siendo conocedor de que en el momento de otorgar dicho poder su anciana madre sufría ya un serio deterioro neurocognitivo que le impedía atribuir tales poderes y que en ningún momento había mostrado tal voluntad de donar.
Nuestro equipo jurídico articula la demanda contra el transmitente solicitando la anulación de dicha donación por nulidad del poder anterior y requiriendo el reintegro de la vivienda al caudal hereditario de su madre. En fase probatoria, se aportan y practican las correspondientes pruebas periciales y testificales (pericial médica, pericial psiquiátrica, testifical del equipo médico que la atendía, etc..) y se consigue desvirtuar la presunción habitual de validez que se le atribuye generalmente por los Tribunales a los documentos notariales (con la dificultad añadida de hacerlo “post-mortem”).