La Oficina de Gestión Tributaria de la administración de Sabadell de la AEAT, sometió a diversos procedimientos de comprobación limitada a un cliente del despacho por su actividad profesional como médico. En el transcurso de las actuaciones solicitó toda suerte de documentación, incluso acerca de hechos o extremos que nada tenían que ver con el contribuyente. En una interpretación totalmente restrictiva sobre la afectación o correlación de los gastos y elementos del inmovilizado declarados, con respecto a los ingresos de la actividad, giró sendas liquidaciones provisionales por el IRPF así como las correspondientes sanciones de las que traían causa. Como quiera que el plazo de duración de seis meses del procedimiento estaba a punto de vencer, se puso a disposición del contribuyente (persona física) las notificaciones correspondientes, un día antes que venciera el plazo. La notificación en mano se produjo 15 días más tarde.

Se recurrió invocando caducidad, y en su caso prescripción, de dichas liquidaciones.